viernes, 12 de julio de 2013

Mi Aulablog 2013: una "no crónica" para ordenar emociones

Fotografía de Josu Garro
Desde que terminó el encuentro de Aulablog, estoy intentando aposentar lo vivido y ponerlo en palabras siempre es una buena manera de cumplir esa tarea, pero esta vez no me resulta sencillo. Los que me conocen y supongo que también los que leen este blog saben que tiendo a contarlo todo de manera personal y en esta ocasión, lo personal ha determinado demasiado mi manera de vivir el encuentro, así que no es fácil, porque tampoco es cuestión de desnudar aquí el alma. Bastante lo hago ya, dice mi madre cuando lee el blog ;) Así que ya aviso: este es MI Aulablog, no esperéis encontrar una crónica mínimamente objetiva. En realidad escribo solamente porque Aulablog es especial para mí y no quiero que se quede sin su "lengüetrazo".

Buscando algo de inspiración, he releído la extensa crónica que realicé sobre mi primer encuentro, acompañada de un intento de versión sabinera (que Cadenato me perdone) y el abecé que surgió casi sin pensar el verano pasado, pero solo he logrado ponérmelo más difícil. Las cosas han cambiado mucho desde que participé en aquella mesa de novatos en Madrid, la situación que me rodea es totalmente distinta y por ende, también yo misma. Tres años en la red pueden ser muy intensos, el curso ha resultado complicado y agotador (sobre todo para mi cabeza), la posibilidad de estar en un aula se presenta cada vez más complicada y eso, emocionalmente, me pesa bastante cuando acudo a encuentros con docentes. 

Acudí a este Aulablog con la ilusión de aprender de otros compañeros, reencontrarme con amigos, conocer gente nueva, emocionarme, cantar, bailar...vivir esa magia que encierra este encuentro y que solo los que lo hemos vivido sabemos en qué consiste. Y lo encontré, pero por varias razones no he podido o no he sabido disfrutarlo al cien por cien. 

El cambio en la dinámica del encuentro, abandonando las comunicaciones en las que se compartían experiencias para dar paso a grupos de trabajo en torno al aprendizaje por proyectos, sinceramente, en principio, me apetecía muy poco. Mi cuerpo necesita unas vacaciones y mi cabeza mucho más. Pero tengo que decir que resultó más interesante y motivador de lo que esperaba, a pesar de que en mi grupo funcionamos de manera intermitente. Sin embargo, una vez terminado el encuentro sí he echado en falta algún momento para escuchar lo que otros han trabajado o para cambiarme de aula y coincidir con otra gente distinta. Supongo que todo no se puede pedir y bastante hizo la organización sacando adelante de manera impecable una tarea bien pensada y mejor desarrollada. No cito a los implicados porque, seguro, me dejaría  algún nombre, pero, de verdad, a todos ellos, mi más sincera enhorabuena porque no es nada fácil conseguir que todo ese entramado funcionase a la perfección.

La falta de tiempo ha sido otro factor determinante para mí. Tengo la sensación de que hemos tenido menos momentos para hablar, quizá motivados por las distancias entre unos lugares y otros, o tal vez sea solo una percepción mía. No estoy segura, pero he echado en falta más momentos de distensión. Además, a mí me ha faltado bailar (aunque la polka no me la he perdido). Puede que a alguien le parezca una frivolidad que mencione este detalle, tratándose de un encuentro educativo, pero para mí no lo es y ya he avisado que iba a escribir mi visión personal. Para alguien como yo, que necesita bailar casi como el comer, los momentos vividos en Madrid y en Peñaranda disfrutando del baile con otros compañeros fueron un "subidón emocional" en toda regla y en esta edición, más que en ninguna otra, por mi estado anímico, ansiaba ese desahogo. No pudo ser.  

Así que Aulablog ha terminado y por primera vez en tres años, he sentido que me faltaban cosas y quizá sea simplemente eso, que nunca antes me había pasado o que, por encontrarme algo bajita de ánimo tenía las expectativas muy altas, no lo sé. El caso es que continúo con una sensación diferente a la de anteriores ediciones. Pero a pesar de todo, estoy segura de que cuando descanse y pase un poco el tiempo, solo recordaré todo lo grande que he vivido, que es mucho. 

De momento, me quedo con la inauguración del encuentro de mano de Jorge Arévalo, @jarevalo_FP, tuitero con el que varias veces he conversado y que resultó ser el Viceconsejero de FP del Gobierno Vasco. Una verdadera sorpresa desvirtualizarle de esa manera (más bien me desvirtualizó él a mí) y un placer escuchar su cálido discurso, plenamente coherente y comprometido con la educación. Hoy mismo, he encontrado en Twitter este vídeo en el que menciona a Aulablog en su comparecencia en el Congreso. Ojalá contásemos con muchas más personas como él entre los que toman decisiones. 

Me quedo, muy adentro y para siempre, con esa increíble lección de docencia que nos dio Ángel Sáez. No tengo palabras para describir todo lo que transmitió en esa charla, que fue todo menos débil, dispersa y discontinua. No os la perdáis entre los vídeos del encuentro. Simplemente, gracias Ángel, por ser como eres, ejemplo claro de humor y amor, los dos componentes básicos de la vida.

Me quedo con el buen hacer de Antonio, Juan Carlos y Alazne, que llevaron los talleres a los que asistí con esa mezcla de profesionalidad y sencillez que tanto les caracteriza y tan bien hace sentir y tanto enseña a los que podemos disfrutarles como alumnos por un rato. 

Me quedo, como siempre, con la mesa de novatos, que me transporta de manera inevitable a la que yo viví y siempre consigue emocionarme. Gracias, Eduardo, Isabel, Yolanda, Alex, Iban y Josu por compartir vuestra ilusión con nosotros.

Y por supuesto, me quedo con aquellas pequeñas cosas, que se vuelven enormes desde el momento en que se alojan dentro de una: la conexión con mi compañero Alex, el "chuflas", (te prometo que algún día dejaré el tabaco definitivamente;)); la hospitalidad y el mimo con que me y nos cuidó a todos Mertxe, que ha sido el motor del encuentro; todos y cada uno de los ratos con mis amigas Lola y Maru; la conexión instantánea con las novatas de Lorca (gracias Isa por quereme ver por duplicado;)); la constante complicidad con los hermanos Omatos; las risas nocturnas con Carlos, Silvia, Anuska, Lola, Bego y Antonio (momentazo para enmarcar); las tres conversaciones que mantuve con los tres mosqueteros de Arrigorriaga (así os llamé en el primer Aulablog sin saber que iba a tener el lujazo de contaros entre mis amigos); la foto con los oh nubenses y conocer a la más joven del equipo; la sonrisa de mi compañero de polka que me ayudó a no echar tanto de menos a mi pareja oficial (Mamen, no puedes perderte otro); los abrazos y cariños que siempre me regalan Alejandro y Lu; ese mimo que me dio Raúl al salir de la cena; los ratitos con Pilar (aunque fui una alumna horrorosa); volver a ver a Mª Jesús, María y Fraga, compañeros kuentistas; lo guapo que estaba Marcos; tener allí a Inma, charlar con Julián y Javi...

Ya decía al principio que escribir ayuda a aposentar. No ha sido un Aulablog tan perfecto para mí como los dos anteriores, porque yo no estoy en mi mejor momento, pero aun con todo, me llevo dentro una buena dosis de magia. La suficiente como para enfrentar lo que el nuevo curso me depare, hasta volver a cargar las pilas de nuevo en Aulablog 14, en Barcelona. Espero encontraros allí y compartirlo con vosotros.

Para los que queráis una información más detallada y sobre todo objetiva, os dejo el enlace a los materiales en el blog del encuentro y el site de Mertxe J Badiola.



2 comentarios:

  1. Hola Inés, estoy de acuerdo con lo que dices del evento y sobre todo como lo dices, como siempre clara y directa.
    Yo, como ya lo he dicho en algún otro comentario, la sensación que tengo es la de ir de prisa, queriendo abarcarlo todo sin detenerme en nada, no es una sensación nueva y sé que cuando las emociones se hayan asentando daremos el valor que se merece a todo aquello que hemos aprendido.,
    Graciás amiga y disfruta del verano!. Un beso.


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  2. Hola Inés,

    totalmente de acuerdo con el post. Ya lo hablamos un poco en el evento. Mejorar las experiencias que habíamos tenido en Madrid y Peñaranda eran complicadas, no siempre encontramos lo mismo o las cosas que queremos en unos determinados momentos. Sin embargo,me quedo con muchos recuerdos que ya has comentado en el blog y por supuesto con verte de nuevo. Un abrazo enorme

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