Creo que ya he dicho aquí que el año pasado trabajé con los grupos de diversificación. En algunos centros, por lo que me han contado, estos grupos se componen básicamente de alumnos pasotas y problemáticos. En el caso de mi instituto, no era así. Mis chavales realmente tenían mucha dificultad para el aprendizaje y algunos de ellos, una bajísima autoestima.
Para mayor desgracia, les tocó una profesora que por decirlo finamente, carecía de empatía y algunos lo pasaban realmente mal en sus clases. Una alumna lo describía así: "ella me caga la autoestima, profe, me hace sentir más tonta de lo que ya soy"
Hoy he recibido un mensaje de los de tercero (ya en cuarto). Me cuentan que les va bien pero que me echan de menos (me emociona) y que con "la nueva" no están mal, pero se sienten más tristes (me emociono otra vez, pero me disgusto) Sé que necesitan sentirse importantes, valiosos, queridos, igual que nos ocurre a todos, pero a ellos más aún. Hice muchas cosas mal con ellos, estoy segura, pero sé que algo sí supe darles: todo mi cariño.
Hoy no me les quito de la cabeza. Por eso les hago un hueco aquí. Para tenerles más cerca. Y por eso, pongo este vídeo que tanto les gustó:
El actor protagonista se llama Nick Vujicic y claro está, hay varios vídeos sobre él, incluso un documental titulado "Nacido sin extremidades". Aquí dejo uno, porque se lo merece:
Conseguir que los chicos te echen de menos, que te den su confianza es un logro y el factor imprescindible para que los valores que intentes inculcarles les queden grabados en el corazón. Me alegro de que aún existan profesores con vocación, cada vez hay menos, aunque quizás la culpa no sea toda de ellos, sino de esta sociedad que todos juntos hemos colaborado en distorsionar.
ResponderEliminarMisón, la relación que tuve con esos alumnos fue muy intensa por diversos motivos, pero no creo que vaya a ser eso lo que me encuentre siempre. Quiero decir que, aunque yo me entregué mucho a ellos, el cariño que me tienen también deriva de su mala o nula relación con otros profesores a lo largo de su trayectoria en las aulas.
ResponderEliminarCreo que hay más profesores entregados de lo que se cree. Aun sin vocación, mucha gente entra en la enseñanza y termina atrapado (en el buen sentido) por ella, pero sí, la vocación supongo que también ayuda.
En cuanto a la distorsión de esta sociedad en la que vivimos, no te falta razón, pero también hay mucho que debatir. Las cosas han cambiado mucho, pero creo que no debemos instalarnos en una visión catastrofista del asunto.
Yo también fui profesora de Diversificación y coincido totalmente contigo: tan importante es trabajar con ellos los contenidos curriculares como reforzar ciertos valores y cualidades necesarias en su vida diaria. Han pasado ya dos años y sigo en contacto con ellos, se establece un vínculo muy especial con este tipo de alumnado.
ResponderEliminarEs curioso, incluso a través de la red se aprecia tu dedicación y cariño hacia esta profesión y hacia ellos.