sábado, 23 de abril de 2011

23 de abril: día del libro

El día del libro de este año me ha pillado totalmente desubicada y sin nada pensado para celebrarlo y menos aún para conmemorarlo en el blog. De todas formas, no quiero que la fecha quede sin entrada así que, a última hora y a toda prisa, dejo aquí este par de viñetas del genial Forges y un recuerdo a un vídeo que ya alojé aquí hace unos meses. Porque los libros, grandes compañeros y amigos, se lo merecen.

Actualización de última hora: tras visitar las entradas que cada día me reserva el Google Reader, he descubierto la maravillosa propuesta de Fernando Trujillo (@ftsaez) en la que nos anima a liberar algunos de nuestros libros. Muchos han seguido su propuesta y a mí me hubiese encantado hacerlo. Otro año me convertiré en liberadora o tal vez no haga falta esperar al día del libro y lo haga un "sanqueremos" cualquiera. Me marcho a ver cómo funciona eso del BookCrossing.




3 comentarios:

  1. Lo del Bookcrossing me parece una idea genial y muy buena para celebrar El Día del Libro. Trabajé un artículo con los alumnos sobre él y se quedaron pillados con el tema. Hay un programa que me encanta, "Página 2", donde también lo comentaron y lo muestran en su presentación. Aprovecho para felicitarte por tu blog.

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  2. Forges siempre tan atinado. Me llevo las viñetas a mi colección particular.

    Por cierto, lo de liberar libros también me pica la curiosidad. Lo he visto en Barcelona, un día que estuve de paso. Alguien había dejado un libro al pie de un árbol con una nota. No me atreví ni a tocarlo.

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  3. mjchorda, encantada de recibirte. La liberación de libros es una idea muy atractiva sobre la que me apetece mucho investigar más a fondo. Muchas gracias por la información y tus palabras. Yo he conocido tu blog hace poco vía twitter y me encantó la entrevista que le hicisteis al Quijote. Un saludo

    Lu, estaba convencida de que las viñetas ya las tendríais todos los profes de lengua que os movéis por la red, así que si te han servido para ampliar tu colección, perfecto. Leyendo tu anécdota se acrecientan mis ganas de liberar libros...¿qué lectores les esperan, o no? Es como si cobrasen vida propia

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