Mi regalito de fin de trimestre

El pasado 22 de diciembre se llevó a cabo en mi centro la primera edición del concurso "Tú sí que vales", a imitación de un concurso que se emite en televisión. Lo organizaron los alumnos de 4º de ESO y se anunció con apenas una semana de antelación por lo que la participación fue muy baja.

Mis grupos de 2º de ESO estaban animados pero no se les ocurría qué hacer. Solamente disponíamos de cuatro clases para preparar algo, así que les propuse que hiciésemos versiones de los villancicos clásicos. Uno de los grupos se entusiasmó con la idea pero el otro no tanto y terminamos abandonando. Gracias a que muchos profesores habían terminado ya su trabajo y me prestaron sus horas, busqué huecos para trabajar con el grupo que sí quiso hacerlo. Elaboraron dos listas, una con posibles temas (crisis, televisión, Burgos, el instituto, deportes, etc) y otra con los villancicos que se sabían y a partir de ahí, se pusieron a trabajar. Les sirvió para repasar lo aprendido en clase acerca de la métrica y la rima y sobre todo, para dar rienda suelta a la creatividad y darse cuenta de que una cosa es saberse la teoría y otra muy distinta, llevarla a la práctica. Crear algo no es nada sencillo. "Es muy difícil, profe" y "yo no sé cómo hacerlo" fueron las frases más escuchadas durante esos últimos días de trimestre.

Fue difícil también para mí porque lograr que trabajen en algo diferente cuando ya huele a vacaciones no es sencillo, pero al final el resultado no fue malo. De hecho, quedaron los primeros. Os dejo el vídeo para que los escuchéis. No pudimos ensayar así que no seais muy críticos y fijaos más bien en las letras que es donde está su trabajo. La culpa de la pésima grabación, la tengo yo. Según terminaron, apagué para aplaudirles (habíamos quedado en que lo haríamos solo al finalizar todos los villancicos) y no grabé la valoración del jurado ni lo que, para mí, fue el momento más bonito de la actuación. Antes de abandonar el "escenario", cada uno mostró un folio con una letra para formar entre todos el mensaje: "gracias Inés" y me leyeron unas palabras que, en el momento y emocionada y nerviosa como estaba, ni siquiera entendí. A la vuelta de vacaciones me han dado el papel donde lo prepararon, esa misma mañana, minutos antes de actuar y aquí lo dejo porque esto es uno de esos lengüetrazos que te alegran la vida. Gracias, chicos.
Por cierto, no sé por qué las chicas escribieron sus nombres enteros y de los chicos solo la inicial. Ellos son Rubén, Hugo, Gabri y Asier.