#KddBurgos. Esta la "pago" yo

He escrito y reescrito esta entrada no sé cuántas veces. Se ha acomodado en mis borradores y no hay manera de que vea la luz, pero hoy me he dicho basta. El fin de curso, con toda la carga emocional que conlleva, está llamando a la puerta y tras él vendrán grandes momentos que merecerán un espacio en el blog, así que antes de que se me acumulen los lengüetrazos dentro, tengo que plasmar lo que significó la #kddburgos para mí. (@crisdialpe, ya lo ha hecho, pero se perdió la mitad) Los que habéis leído mis crónicas de Aulablog o Novadors el año pasado, no os asustéis, espero ser más breve.

Nunca me había imaginado metida en semejante berenjenal y menos aún después de vivir la #kddbilbao, pero el día en que @similiki, la que es ya la lianta oficial de Twitter, me propuso el reto de organizar una kdda, no pude negarme. Me hacía ilusión tener en mi ciudad a muchos de esos amigos tuiteros con quienes comparto tantos ratos de ocio y trabajo. Así que tras el tonteo previo, que sí, que no, venga anímate, que no me deis la tabarra...pusimos fecha y comenzaron los preparativos. Me preocupaba que el número de asistentes se me fuese de las manos, a mí y a Burgos. No es fácil encontrar un sitio céntrico en una ciudad pequeña donde puedan comer y cenar alrededor de 70 personas como fuimos en Bilbao y no sabía cuánta gente decidiría apuntarse. Al final, los hados fueron piadosos conmigo y el número se estancó alrededor de 30. 

Pensé en organizar pruebas para hacer el recorrido de forma más divertida (esta obsesión que tengo últimamente por volver al cole), barajé montar en el trenecito turístico, pero no me convenció el itinerario y no sabía siquiera cómo diseñar las tarjetitas para cada uno de los asistentes (importante porque, como yo, supongo que muchos van guardándolas como un tesoro, ¿verdad @jmorsa?) Yo soy incapaz de preparar la chulada que @flosflorum nos hizo en #kddsalamanca12 (ya veis qué Bella estoy yo en Crepúsculo), pero mi padre, que disfruta diseñando cosillas con ordenador, se hizo con un dibujo de Jesús Quintanapalla (no hemos podido contactar con él, esperemos que si nos ve no le moleste que hayamos usado su obra, al menos le citamos) y se las curró todas. "Para una profe de lengua yo creo que el Cid y Doña Jimena no están mal, ¿no?" ¡¡¡Están preciosas, papá, gracias!!! Y por primera vez, Salva tiene también una (muy importante también para mí que él estuviese en la kdd)

Hoy no recuerdo apenas ninguno de los desvelos que los preparativos me causaron, aliviados eso sí por el apoyo moral de @crisdialpe y @jferna35. En realidad, como me dijo @juancarikt, lo que organizas no es importante (de hecho, no pudimos hacer nada de lo que tenía pensado para la tarde) porque lo que hace especiales a estas kddas es simplemente, estar juntos.

Recoger el viernes a @mamencita78 en la estación para juntarnos después con @lolaprieto, @marudo76 @mcadenato, @ainhoaeus, @mertxejbadiola, Lidia y Silvia (un placer conocerlas) y el buen rato que pasamos cenando y tomando cafés ¡hasta las dos de la mañana en una terraza burgalesa a mediados de mayo!, fue solo el preludio de lo que el fin de semana nos deparaba. 

El sábado algunos nos esperaban ya en el punto de encuentro. Yo nerviosa porque la anfitriona ¡nunca! puede llegar tarde, pero había que recoger a @jmorsa en el autobús. En la plaza San Juan ¿o es San Lesmes?, abrazos y besos con los que se incorporan: @jferna35, @javidelacruz, @victorabella, @rcasadoz, @mgilme, @diegoredondo13, @juancarikt, @similiki, @lavirto, @avaramburu, Fernan (imposible recordar su nick)

Y rápidamente de camino hacia el MEH, donde nos espera el resto @anuska72, @carmeniglesiasb, @JLBracamonte y @pepetic (y sus chicas) Mi mayor preocupación de la kdd, ¿y si les aburre entrar a un museo?, se convirtió gracias a Celia, nuestra guía, en una visita apasionante a los tesoros que encierra Atapuerca. Celia fue un ejemplo claro de lo importante que es amar tu trabajo, saber transmitir esa pasión, disfrutar con lo que haces y contagiárselo a los que te escuchan. A los cinco minutos ya circulaban tuits: "la guía del museo es una crack" y tanto que lo es. (Hoy he leído en el periódico esto y me he quedado helada. Espero que Celia tenga suerte) A la salida nos recogen @aomatos y Marta (qué rabia que no pudieseis entrar con nosotros y qué fallo tan grande lo de las tarjetitas. Mea culpa)

Después del museo, el necesario refrigerio y la morcilla (y otros manjares, pero dejémosle protagonismo pues bien lo merece) hacen su aparición para triunfar. Igual que @crisdialpe y Javi, que al final, por un motivo que no quiero acordarme, ni ellos tampoco, se animan al cotarro.

No hay tiempo para más y nos dirigimos a comer. Os juro que el menú en papel no parecía tan copioso pero mereció la pena, a pesar de que conllevó la anulación de los planes para la tarde. ¿Cómo se mueve uno después de meterse entre pecho y espalda un banquete de bodas? Como siempre que nos juntamos, buena conversación, risas y un ambiente inmejorable, esta vez con juglar incorporado.

Y de postre.... @silviagongo y @galvanfrio, que inesperadamente se apuntan a la fiesta .  Regalazo para mí tenerles de vuelta en Burgos. Y una pena que otros se tuviesen que marchar tan pronto.

Nos vamos al café y unos pocos valientes logramos dar algún paso más y acercarnos a la catedral. El Papamoscas ya no lo vemos pero tampoco importa, de subir al Castillo ni hablamos (pena que no disfrutraseis de las vistas) y nos rendimos a la evidencia: este sol en Burgos no es normal y donde mejor se está es en las terracitas. Además, los compañeros de #kdduruguay donde se encuentra nuestro querido @achinech (no he encontrado tu crónica y sé que la leí) retan a nuestros matemáticos y este hermanamiento virtual requiere de toda nuestra atención (sobre todo la de los mategurusos)

Pasa la tarde, entre charla y copas y llega la hora de cenar. Algunos no tienen hambre, así que hablo con los del restaurante y nos ajustan el menú. Otra incorporación: @ramossonia. Por mi parte, conversación de lo más agradable con Marta y Bego, aderezada con las lindezas de Santi. Después de unos cigarritos (encendidos con mechero y no con vitrocerámica) nos vamos a bailar un rato, solo un ratito que se convierte en...No sé y tampoco me importa. Mis amigas se vienen a dormir a casa, vaaale Santi también, y eso me gusta. 

 

Al día siguiente vinillos, tapitas, y algunos que se van de paseo por la ciudad. Una mañana provechosa pues al menos una cosa nos queda clara #nosomostontosmenoslagongo. Enseguida vienen las despedidas, los besos, nos vemos pronto otra vez, nos leemos en Twitter y aunque los vascos parece que no se van a ir nunca (algunas hasta huyen de la estación de tren), al final, todos se marchan. 

 

Y se acabó. Los primeros minutos yo solo tengo cansancio, pero según paseo hacia mi coche me doy cuenta de lo que la #kddburgos me ha dejado: buenos momentos con buenos amigos. Y esa es una de las cosas que le dan verdadero sentido a esta vida. 

Gracias a todos por venir. Ha sido un verdadero placer, y no es una frase hecha. Hasta la próxima... ¿Colindres, Palencia...? O donde se tercie.