Brutalidad inhumana

Las fiestas me han tenido bastante desconectada de la blogosfera y justo hoy que tenía pensado escribir esta entrada, leo que un chaval de dieciséis años ha golpeado a una compañera de instituto en la cabeza dejándola en estado muy grave.
No sé qué está pasando y tal vez planteármelo así sea una actitud catastrofista pero me parece que algo se ha transformado en los últimos años en cuanto a la visión que los chavales tienen de la violencia.
En Burgos, tristemente, las fiestas navideñas han dejado otro ejemplo de esta brutalidad incomprensible. La noche del 26 de diciembre, hacia la una de la madrugada, cuando Sergio Izquierdo, de dieciocho años, abrió la puerta de un bar, golpeó con ella a otro chaval que estaba dentro del local. Este hecho tan simple provocó una bestial paliza que mantiene a Sergio en una situación de coma inducido, luchando por su vida y con muchas posibilidades de sufrir graves secuelas.
No ha sido la única agresión brutal en la noche burgalesa. Iván Herrero fallecía en octubre de 2008 y Jonathan Gómez y Aitor del Álamo en mayo y noviembre de 2009. Por eso, familiares y amigos de estos cuatro jóvenes convocaron una manifestación de repulsa a la que asistieron alrededor de seis mil personas.
En otras épocas frecuenté con mucha asiduidad las zonas de copas de mi ciudad y sólo en ocasiones contadas me encontré con algún energúmeno de esos a los que les encanta la violencia y salen en busca de "presas". Hoy parece que las peleas son la tónica habitual de los fines de semana.
Se me agarra una tristeza tan grande al pensar en las familias y amigos de estos chicos que no me salen las palabras, así que aquí lo dejo, mandándote toda la fuerza del mundo, Sergio.