jueves, 25 de octubre de 2012

Apoyando a Ángel Sáez


No he hablado apenas con Ángel Sáez y solamente le conozco por haber coincidido en los dos Aulablog en los que he estado, pero es de esas personas que desprenden un "algo" especial. Nada más verle sabes que es una buena persona, pero de esas que quedan pocas, de esas de verdad. Recuerdo que una compañera suya vino el curso pasado a dar una charla en mi centro y cuando me contaba que trabajaba con Ángel se refirió a él como el tío más comprometido que había conocido en su vida. No me extrañó. 

Poco después, me enteré de que Ángel había iniciado una acción de protesta por las medidas que se estaban tomando en educación y me sorprendió su valentía y su entrega a una lucha en la que probablemente iba a quedarse solo. No es fácil encontrar quien secunde actos que solo los fuera de serie se atreven a enfrentar. Hace unos días descubro anonadada que por ese motivo le han abierto un expediente disciplinario. Sus compañeros de Aulablog han abierto este blog para que se conozca la injusticia que supondría sancionar a un profesional como Ángel y a la vez  están recogiendo firmas en su apoyo. Yo desde aquí quiero echar una mano y pediros a los que visitáis el blog, que conozcáis lo que ha hecho Ángel, que sepáis qué clase de docente es, que difundáis lo que le está pasando y que firméis para darle su apoyo.

Este verano, Ángel subió al escenario para presentar el bautizo de los compañeros que han asistido ya a cinco Aulablogs y habló sobre educación. Lo que nos hizo sentir solo lo sabemos quienes tuvimos la suerte de escucharle. Con ese amor que ponen los padres al hablar de sus hijos, con esa tranquilidad que solo transmite quien sabe de lo que habla, sin darse ninguna importancia, aunque debe saber que muchos admiramos su valentía, habló de lo que significa ser docente. Serlo de corazón. Y dijo algo parecido a esto (que me disculpe la adaptación, porque él lo dijo mucho mejor):
Nuestros alumnos son como guitarras y los docentes tenemos que hacer que suenen y que lo hagan bien. A algunas no hace falta apenas ni afinarlas, vienen estupendas ya de fábrica, se las ha tratado bien, cuando abandonan la escuela para ir al almacén están en condiciones óptimas... es sencillo con esa clase de guitarra. Pero hay muchas guitarras a las que les faltan cuerdas, o tiene fallos de elaboración, o es difícil afinarlas porque se resisten o se las ha dejado a la intemperie y la lluvia ha mojado su madera y entonces, es complicado. Pero no importa, con ganas, trabajo y cariño, se consigue que esas guitarras suenen. Porque siempre suenan. Con las medidas que se están tomando, a los guitarristas han empezando a cortarnos los dedos y sin dedos, sí que es imposible hacerlas sonar. De momento, aguantamos y aunque cueste, seguimos tocando, con dificultades, con dedos de menos, pero seguimos tocando... 
Y Ángel terminó diciendo algo como: lo que me pregunto es con cuántos dedos vamos a ser capaces de seguir tocando y qué va a pasar cuando nos los corten todos.

Un docente así no puede ser sancionado. Si no lo has hecho ya, apóyale, no por favor, sino porque lo merece. Por la dignidad de la docencia.

Gracias a Ángel Puente, he descubierto esta charla de Ángel con sus alumnos sobre cómo atender a la diversidad con las TIC en la ESO. Merece la pena verlo:


2 comentarios:

  1. No había leído aún este post. Al hacerlo me emocionas, con lo que dices y con el recuerdo de oír a Angel este verano.
    ¡Qué bueno es recordar que nuestros críos son guitarras y que todas pueden sonar!

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  2. Ángel va a convertirse en un icono. Apoyarle es un deber moral.

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