jueves, 21 de octubre de 2010

Depende del uso que le demos...

Todos habremos asistido a una charla soporífera en la que nos plantan un powerpoint y simplemente nos lo leen, cuando además, el texto está mal redactado, es inconexo o incluso tiene faltas de ortografía. Una demostración, creo yo, de mala realización. De la misma forma, puede un profesor llegar a clase, apagar las luces, dejar que lo alumnos lean la presentación y ¡listo!, clase impartida. Otro mal uso, desde mi punto de vista.

Como toda herramienta de comunicación, un programa como el powerpoint puede ser beneficioso o perjudicial. Dependiendo del uso que se le dé. Afirmar de forma tajante que, en educación "anula el intercambio, no hay interacción" me resulta curioso, pues se me ocurren varias posibilidades de hacer que los alumnos interactúen (y seguro que a otros colegas se les ocurren más): que ellos mismos realicen la presentación y la expliquen, que sean críticos con cada diapositiva y planteen ideas para mejorarla, dárselas desordenadas para que sean ellos quienes den una secuencia lógica...

No he leído el libro de este señor y tal vez sea la prensa, con esa tendencia suya a exagerarlo todo, la que demonice de esa forma un simple programa informático. Sea como sea, creo que no se debe olvidar que todo depende del uso que le demos a las cosas.

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